Por Maria Teresa Cárdenas. El Mercurio/Revista de Libros,, nº520, 24 de abril de 1999.
Cuando, recién iniciados los años noventa, una fuerte oleada de escritores jóvenes irrumpió en la literatura española, críticos y escritores buscaron darle unidad al fenómeno, estableciendo nexos y referentes comunes entre una verdadera multiplicidad de voces. Se habló entonces –así como en Chile y en otros países de Latinoamérica– de «nueva narrativa», una supuesta generación en la cual sus mismos exponentes se resistían a figurar, más aún cuando el querido y odiado marketing vio en ella un producto más para vender. Aventajado a sus pares, Martín Casariego iniciaba la década con el respaldo de la crítica y el Premio tigre Juan a su novela Qué te voy a contar, publicada en 1989.